El dibujo libre permite fomentar la creatividad del niño o el adulto y darle total libertad para escuchar sin preguntarle.

En esa libertad que damos a la persona cuando le pedimos que haga un dibujo libre, podemos descubrir determinados rasgos de su personalidad y conocer todo aquello que el sujeto quiere expresar sin condicionarle.

Dibujar relaja, estimula la creatividad y, en muchas ocasiones, permitirnos darnos ese lujo o dárselo a un niño es una forma inconsciente de escuchar sus emociones y todo aquello que le inquieta. En este caso no se establecen pautas ni ningún tipo de premisa. Dar un simple folio y los colores que quiere y observar todo tipo de explicaciones que nos quieran dar.

El dibujo libre nos permite:
• El estado emocional de la persona
• Creatividad e imaginación
• Psicomotricidad
• Nivel de madurez e inmadurez
• Sus deseos y ambiciones
• Problemas que desea manifestar

Para la interpretación del dibujo libre se debe tener en cuenta la explicación del autor sobre lo dibujado, así como el trazo, la ubicación, el color y la visión e impresión global del dibujo.